sábado, 25 de julio de 2009

¡Basta de secuestros! ¿y el estado?


Este viernes se produjo otro secuestro a compañeros del movimiento nacional de los chicos del pueblo.

Compartimos la cronica de la agencia de noticias pelota de trapo

Urgente: Educador Secuestrado
Escrito por APe
Sábado, 25 de Julio de 2009 10:03

(APe).- Una vez más el terror golpeó las puertas del Hogar Juan XXIII de Gerli. Una vez más los empleados de los “accionistas de los niños descalzos” atacaron la vida para acallarla, intentando enmudecer el grito inapelable de los que sufren.

En la mañana del 24 de julio un educador del Hogar Juan XXIII de la Obra Don Orione, que participa en el Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo, fue secuestrado por un grupo de desconocidos.

Momentos después utilizaron el teléfono celular del joven para enviar intimidaciones y más amenazas, como “Ojo con lo que dicen la vida de uno de sus pibes está en peligro y con sentencia de muerte” y “ahora sí tienen UN PIBE MENOS”. Después de golpearlo y amenazarlo, fue liberado en el barrio porteño de Palermo.

No se trata del primer secuestro sino del noveno ataque sufrido desde mayo de 2008. Uno sucedió en La Plata, otro en José C. Paz y todos los demás en Avellaneda y Gerli.

Todavía no hubo respuesta de la Justicia ni de los organismos de seguridad, que debieron y deben protegernos.

Los secuestros fueron sobre educadores de los hogares y fundaciones del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo que llevan adelante la campaña que dice que en Argentina mueren de hambre 25 chicos por día mientras la Presidenta anuncia que nuestro país produce alimentos para 400 millones de personas.


Padre Luis Espósito
Hogar Juan XXIII - Obra Don Orione
Movimiento Nacional
de los Chicos del Pueblo
Alberto Morlachetti
Movimiento Nacional
de los Chicos del Pueblo



Contacto Prensa:
Hermano Ramón Correa
15-5818-3105
15-4163-7473



Compartimos la cronica del periodico Página 12:


SOCIEDAD › ES LA NOVENA INTIMIDACION EN CONTRA DE UN INTEGRANTE DEL MOVIMIENTO DE LOS CHICOS DEL PUEBLO

Inquietante secuestro de un educador

Un integrante de un hogar ubicado en Gerli fue secuestrado al mediodía y liberado seis horas después en Palermo. Durante ese lapso, hubo intimidaciones telefónicas. Ninguno de los ataques previos a la organización fue esclarecido.

Por Soledad Vallejos

Ayer, alrededor de las 12.30, un educador del Hogar Juan XXIII, que la Obra Don Orione sostiene en Gerli, fue secuestrado por un grupo de desconocidos. Poco después, el teléfono celular del director del Hogar, el padre Luis Espósito, recibía un mensaje de texto: “Ojo con lo que dicen (que) la vida de uno de sus pibes está en peligro con sentencia de muerte”. E., el joven de 22 años que minutos antes había salido para ir a hacer compras a una farmacia cercana, no volvió a aparecer hasta las 18.30, pero lejos: en las cercanías de Zoológico porteño. Estaba solo, levemente golpeado y consciente, tanto que él mismo informó su paradero a sus compañeros.

Durante el cautiverio vespertino, quienes lo retenían habían dado una pista sobre el motivo del secuestro, en otro mensaje de texto que rezaba “ahora sí tienen un pibe menos”, en abierta referencia al Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo, cuyo lema sostiene “El hambre es un crimen. Ni un pibe menos” (ver aparte). No es la primera sino la novena vez que una persona vinculada con esa campaña sufre un secuestro de estas características; en ninguna de las ocasiones anteriores la investigación judicial o policial halló responsables. Al cierre de esta edición, E. se encontraba brindando declaración ante la Unidad Funcional de Instrucción 4 de Avellaneda, para luego ser examinado por un médico forense. La denuncia inicial fue radicada en la comisaría 6ª de Avellaneda.

Los secuestros se han venido reiterando a lo largo del tiempo, y en otras ocasiones tuvieron por víctimas a personas de la Fundación Pelota de Trapo, también vinculada al Movimiento. “Se llevan, secuestran a uno de nosotros, nos dicen que abandonemos la campaña contra el hambre y lo sueltan”, contó el hermano Ramón Correa, que es educador al igual que E. y quien, ante lo sucedido, debió comunicar la noticia a los 17 chicos de entre 8 y 16 años que comparten el Hogar (ver aparte) y comenzaron a inquietarse al notar la desaparición súbita de alguien que sólo había ido a comprar algo a dos cuadras del lugar.

Al recibir el primer mensaje de texto, enviado desde el celular del educador secuestrado, el padre Espósito radicó la denuncia en la comisaría 6ª de Avellaneda. “No dijeron nada, sólo que iban a buscarlo”, contó Correa que fue la respuesta en la sede policial. De todas maneras, las expectativas de una resolución institucional eficaz eran pocas, habida cuenta de que el año pasado, tras los primeros episodios, “tuvimos una reunión con (el entonces ministro de Justicia) Aníbal Fernández, que dijo que nos iba a ayudar, pero cuando el fiscal pidió seguridad para nosotros, dijeron que no tenían gente disponible. Y nosotros solamente pedíamos custodia, ayuda en la investigación”.

Correa hacía esos pedidos desde algún lugar, afuera del Hogar, porque “los chicos ya están sufriendo con todo esto y prefiero atender al periodismo en otro lado”. E. todavía permanecía con paradero desconocido. Otras veces los secuestros habían durado menos horas, e inclusive, en los dos primeros casos “nos enterábamos después del secuestro, porque aparecían golpeados o asustados directamente, nadie nos avisaba lo que estaban haciendo. Pero ésta es la primera vez que lo vivimos online, por decirlo de alguna manera.”

A las 18.30 el panorama cambió: mediante un llamado realizado desde su propio celular, E. anunciaba que había sido liberado y se encontraba cerca del Zoológico porteño. El padre Espósito, el fiscal de turno y agentes de la policía fueron a su encuentro, luego lo acompañaron a la UFI 4. En Gerli, los educadores y colaboradores que habían permanecido para contener a los chicos del Hogar, que ya habían sido informados acerca de lo que estaba pasando, pudieron dar la noticia tranquilizadora. “Recién, cuando llegué a la casa y pude decirles a los chicos E. está bien, ya va a volver’, la cara de ellos era otra. Es que, como en cualquier familia cuando pasa algo, tuve que reunirlos a todos y decirles ‘pasa tal cosa, pero tenemos que tratar de seguir con nuestra rutina normal, para no desesperarnos’”, contó Correa a poco de conocer la liberación de su compañero educador. Los chicos, dijo, no disimularon ni el alivio ni la alegría; “reacciones como las que tuvieron ellos son las cosas que nos terminan haciendo decir, a pesar de lo que pase y lo que nos quieren hacer, que no elegimos mal al vivir con ellos en el Hogar, que no tomamos la opción equivocada”.

Este, contó Correa a Página/12, “es el quinto secuestro de una persona de este Hogar: las intimidaciones comenzaron en julio del año pasado”, particularmente el 24. Eso significa que ayer se cumplía el aniversario del día en que un grupo de encapuchados secuestró a un niño del Hogar, le dijera que la Campaña debía cesar y amenazara con incendiar tres edificios de la Fundación Pelota de Trapo. El 26 de septiembre, el secuestrado fue un educador del Hogar, y el mensaje, nuevamente, la orden de cesar la Campaña. Lo mismo sucedió el 3 de octubre, pero con una educadora. El 27 de noviembre, el mismo educador del Hogar a quien habían raptado en septiembre, permaneció secuestrado durante horas y reapareció en Plaza Constitución, donde lo habían dejado tras narcotizarlo. La serie de intimidaciones (que había comenzado el 26 de abril, cuando un Grupo Comando tomó la Escuela Talleres Gráficos Manchita) también tuvo como objetivos personas involucradas en otras fundaciones de la Campaña: el 12 de noviembre en La Plata, durante una marcha en repudio a la baja de la edad de imputabilidad, una educadora de la Red El Encuentro fue secuestrada ante la gobernación, luego golpeada y tajeada. El 28 de noviembre, fue secuestrado el sereno de la Fundación Pelota de Trapo, a quien dejaron luego en un hipermercado de Lanús. ¿Por qué los secuestros? “No sabemos por qué están en contra de esto, qué intereses tocamos, lo único que queremos es que nuestros chicos se alimenten, ésa es nuestra lucha. No sabemos a quién le va a molestar que digamos que 25 pibes mueren de hambre por día”, respondió Correa. “Sólo sabemos que son encapuchados.”


Compartimos la cronica del Diario Critica

Es la tercera vez que lo secuestran
Raptan a un maestro de Pelota de Trapo
Un educador de 22 años del Hogar Juan XXIII fue obligado a subir a un auto en Gerli y liberado en Palermo. “Tenemos a uno de ustedes... es un pibe menos”, fue el mensaje de texto que dejaron los delincuentes en el celular del directivo de la organización.

“Tenemos a uno de ustedes, al que más queríamos. Bingo... es un pibe menos”. Ése fue uno de los mensajes de texto que llegó a un celular de un directivo de la fundación Pelota de Trapo, que una vez más sufrió el secuestro de uno de sus integrantes. Ayer un educador del Hogar Juan XIII de la congregación Don Orione fue secuestrado en la localidad bonaerense de Gerli. El chico de 22 años iba a una farmacia cuando lo obligaron a subirse a un auto. Cuatro horas después lo dejaron en libertad en el Zoológico de Buenos Aires, en el barrio de Palermo. El educador vive en el hogar desde hace un año y medio, y ayuda a 17 pibes. En 16 meses secuestraron a quince integrantes de la fundación.

Al chico secuestrado sus compañeros lo definen como “un pibe que tiene muchas ganas de ayudar a la gente que lo necesita”. Con ésta, es la tercera vez que lo secuestran. Las anteriores fueron durante la campaña “El hambre es un crimen. Ni un pibe menos”. En ninguno de los casos hay una línea de investigación.

El hecho ocurrió poco después de las 12.30 del mediodía. Quince minutos más tarde, desde el celular de la víctima, sus captores mandaron un mensaje de texto a directivos de la fundación. Casi en simultáneo, un nuevo mensaje llegó a otro celular de un compañero del chico secuestrado: “Tenemos lo que más buscamos, tenemos su pibe, respeten y no hagan cagadas”. Las otras dos veces que lo secuestraron el mensaje fue claro: “Dejate de joder con la campaña el ‘Hambre es un crimen’”. El último secuestro fue el 9 de julio, cuando una de sus colaboradoras fue raptada por la mañana, antes de llegar al Hogar Juan Salvador Gaviota, de Avellaneda, y estuvo desaparecida varias horas. El mensaje mafioso fue similar al de tantas otras veces: “Te vamos a matar, se van a dejar de joder de una vez con esa campaña”.

“Lo encontraron en el zoológico un poco golpeado. Está bien y declaró en la fiscalía”, contó un colaborador.

Pelota de Trapo es una fundación que tiene un hogar con 40 chicos y proyectos productivos; funciona desde hace 34 años en Avellaneda. Desde 2001, la denuncia es la misma, en la campaña “Ni un pibe menos: El hambre es un crimen”.

Según los números de la fundación, el 70% de la población total del país menor de 18 años, es decir, nueve millones y medio de niños, casi no come.



Compartimos la cronica del Diario La Nacion


En Avellaneda
Secuestraron a un joven de una ONG
Pertenece al Movimiento Los Chicos del Pueblo, que sufrió diez ataques desde 2008


Gabriel Di Nicola
LA NACION

La metodología y la violencia se repitieron una vez más. Un educador de la obra de Don Orione, integrante del Movimiento Los Chicos del Pueblo, fue secuestrado en Avellaneda por desconocidos que, después de tenerlo cautivo casi cinco horas y de golpearlo, lo liberaron en Palermo.

El hecho ocurrió ayer. La víctima es un joven de 21 años, que ya sufrió otros dos ataques similares. Con el de ayer suman diez los raptos contra colaboradores del Movimiento Los Chicos del Pueblo y de la campaña "El Hambre es un Crimen".

"Que le haya tocado a la obra Don Orione es muy duro. Esto significa que no estamos protegidos. El Estado nos tiene que dar protección permanente y efectiva", sostuvo a LA NACION Alberto Morlachetti, creador de la Fundación Pelota de Trapo e impulsor de la campaña nacional "El hambre es un crimen".

El hecho ocurrió cuando el joven salió del hogar Juan XXIII, de la Obra Don Orione, en Gerli, Avellaneda. Había salido hacia una farmacia cercana para comprar un medicamento.

A las 12.46, desde el teléfono celular del joven, se envió un mensaje: "Tenemos a uno de ustedes, al que más queríamos. Bingo...". Segundos después se recibió otro mensaje, que fue enviado desde otro teléfono: "Tenemos lo que más buscamos, tenemos a E... [por pedido del hogar Juan XXIII no se publica la identidad del joven] su pibe, espeten (sic) y no hagan cagadas".

A las 14.15 llegó otro mensaje al teléfono del hogar. El texto decía: "Ojo con lo que dicen, la vida de uno de sus pibes está en peligro y con sentencia de muerte", según un comunicado de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA).

Finalmente, el muchacho apareció poco antes de las 17, en Palermo, cerca del zoológico. Al cierre de esta edición, declaraba ante la fiscal Marcela Juan, a cargo de la investigación.
"Accionistas de la pobreza"

Morlachetti y el hermano Ramón Correa, que trabaja en el hogar Juan XXIII, están convencidos de que los diez ataques sufridos desde 2008 tienen relación con la campaña "El hambre es un crimen".

"Sin dudas que tocamos poderosos intereses. Molestamos a los accionistas de la pobreza y desde el poder político no nos ayudan", sostuvo Correa a LA NACION.

A los investigadores les llama la atención que no exista, a la luz de los hechos, un móvil para los raptos. "Sentimos que estaban indefensos", concluyó Morlachetti.

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